Mantener tus sandalias impecables y limpias hará que luzcan mucho más bonitas y que puedas llevarlas con tus looks favoritos varias temporadas. Para ello, que tus sandalias de piel mantengan el mismo aspecto del primer día depende en gran medida de una adecuada limpieza y conservación. Este tipo de calzado, en general, es fácil de limpiar, aunque requiere algo de práctica.
Son el calzado más deseado del verano, cada temporada con nuevos diseños, que no pueden faltar en tu armario.
Aquí compartimos los pasos para dejar tus sandalias de piel, en cuero o ante, impecables:
Pasos básico para limpiar tus sandalias
Eliminar el polvo y la suciedad superficial
El primer paso será el eliminar el polvo o la suciedad superficial que puede permanecer en la sandalia. Para ello, utiliza un cepillo de cerdas suaves para eliminar la tierra y suciedad. Hazlo con suavidad, sin apretar o restregar. Friega la parte de la suela con cuidado para eliminar toda la suciedad posible.
Limpieza con un paño suave y húmedo
En el caso de sandalias de bandas o tiras de cuero, opta por un paño de microfibra o por uno que no deje pelusa, humedécelo con un poco de agua y pásalo por toda la superficie de cuero con mucho cuidado. También puedes añadir una gota de jabón preferiblemente específico para calzado de cuero.
Secado adecuado para evitar daños
Una vez eliminado cualquier resto de jabón, deja secar las sandalias de piel en una zona aireada, pero nunca expuestas directamente a los rayos solares ni tampoco próximas a una fuente de calor como la calefacción.
Cuando las sandalias estén limpias y ya secas, termina su limpieza dándoles un último repaso con un cepillo para ante o con un paño limpio y seco para dar brillo al cuero.
Tratamiento de manchas y marcas en las sandalias de piel
Manchas de agua o líquidos
Si la mancha de agua todavía está húmeda, seca con cuidado el área con un papel o paño limpio absorbente. Déjalas secar con aire natural y cepíllalas suavemente una vez estén secas.
Un truco para eliminar toda la humedad de la sandalia es rellenarla con papel de periódico. Este se encargará de absorber el agua que quede dentro del calzado.
Manchas de grasa o aceite
Para eliminar una mancha de grasa o aceite de tu sandalia, los jabones líquidos de baño o el de lavaplatos funcionan perfecto. Importante: hay que utilizar una cantidad mínima de producto y utilizarlo con mucho cuidado. Para terminar, retira la sustancia con un paño ligeramente mojado.
Cuidado adicional para mantener tus sandalias en buen estado
Aplicación de acondicionador o crema para piel
Para un extra de cuidado, puedes aplicarla a tus sandalias de cuero un acondicionador o crema específica para piel. El primer paso para hidratar el cuero de tus sandalias es limpiarlas. Limpia cualquier suciedad o polvo de la superficie del zapato con un paño suave y húmedo.
Una vez que hayas limpiado las sandalias, puedes aplicar un acondicionador de cuero. Aplica una pequeña cantidad de acondicionador de cuero en un paño y trabaja en el cuero en movimientos circulares.
Deja que el zapato se seque durante al menos 30 minutos. Luego, utiliza otro paño suave y limpio para frotar el zapato y quitar cualquier exceso de acondicionador.
Almacenamiento adecuado para prevenir deformaciones
No guardes nunca tus sandalias sucias en el armario o en la caja. Antes de que las guardes para la siguiente temporada, es importante que las limpies para eliminar la suciedad, el polvo o las manchas, incluyendo la suela.
Nada de guardar las sandalias aplastadas o dobladas en la maleta. Lo mejor es que metas cada sandalia por separado en una bolsa individual. Coloca las sandalias más resistentes o pesadas al fondo de la maleta y las sandalias planas o más delicadas en la parte de arriba.
¡Este verano mantén tus sandalias impecables!
Aquí encontrarás un artículo con los mejores consejos para limpiar y mantener tus alpargatas como nuevas:
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